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Portada DEDICADA
A
Sin Rumbo Fijo
SANDALIAS PISADAS Te he visto tumbado sin movimiento aparente en cenizas destrozadas carcomidas por el tiempo ladrillos en ruinas sin precio fijo colgado. Qué dolor miserable siento por tí quisiera conocerte en el pasado y verte aquí descubrir tus amores sin compañía al lado secretos escondidos detrás de la madera. No puedo hacer nada taparte, levantarte, esconderte… No me digas nada sé todo lo que no me cuentas desconozco lo contado en el hueco y sandalias pisadas en cabeza. Dejaré una lágrima seca en tu hueco un beso sin aire en la madera esponja de trapos viejos sin agua. Mírame como ser humano a la espera como esperaste a la muerte salada No pasa el tiempo para tí demasiado deprisa para los vivos es tu suspiro lejano y leve que oigo llamando a las puertas cerradas. Aquí me callo junto a tu lecho sin cierres ni aperturas abiertas. Me iré, o volveré, o quizás me traigan pero volveré a tu concavidad callada y contemplaremos al próximo ser los dos juntos al lado de la sepultura. *-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*---*-*-*-*-*-*-*- OPA Amanece en el patio de lágrimas puñetazos en cristales sin ropa llamadas desesperadas sin retorno llantos, gritos, agua derramada. Por aquí, por allá, sin salida siempre en el mismo lugar médicos lejanos olvidados. No pasa nada, todo es volver llama a la puerta la muerte. No, no pases, cierra, apaga la luz. Que no entre, gritan ellas luchan en el hierro forjado sin llaves es inútil, está dentro de él, sin él. Gritos en las escaleras, llantos huecos tumbado en plantas húmedas yace se confunde sus lágrimas con la savia. Sus ojos cerrados como sus puños ensangrentados en combate por la vida. Paseos de casa en casa gritando su nombre ¡No!, no se ha ido, Salen almas de entre las sombras corren en su desesperación . Calla, calla mujer, ya pasó todo se ha ido, nos ha dejado,. Llamadas a las tres de la madrugada tres lunas calladas, una estrella dormida. Otro golpe en mesa, despiertan dos soles paso los ríos de los pasillos quietos en humos. Vamos camino del silencio en carreteras sin luces una tostada sin ganas, tres cafés fríos. unos cigarros sin fuego, calientes las manos. Llegamos al destino, de carnes picadas sin fuego, sin rallados ojos en neveras . Besos aquí, abrazos sin manos pasamos, ¡no!, no, es verdad. Miradas en cristal húmedo sólo tu vientre es el único movimiento. solo y la soledad en corriente. PASA EL TIEMPO Rayo de luz en paredes blancas olores de plantas bajas rosas blancas. Hay un silencio de muerte de cantos volando en alas quietas. Me acerco al héroe guerrero en lucha aún aquí se comenta entre ellos caballos, bueyes empujan dentro. Entro, me quedo, miro pienso, me siento, despierto. Quisiera sentir lo que no siento amar lo amado, sufrir lo presente aquí al lado. Pasa el tiempo, aún no he vivido quedan horas presentes, minutos ausentes amanecen oscuros paisajes en mis manos fatigadas. NOCHES ESCONDIDAS Mis manos reflejan el tiempo uñas largas recién cortadas venas gruesas atascadas. Silencio en la noche triste ojos abiertos en la oscuridad historias en mente que no paran. Qué largos son los ronquidos secos qué frío hay en las sábanas secas miedos debajo de mí, en mí. Quisiera volver atrás en el tiempo no volver aquí nunca más morir escondido debajo de la cama. Siento penas lejanas en el aire dolor de hombre sin ganas hambre de ser nada, saciado de todo. Mientras ellos, en silencio callan por no decir vasta, dejan de llorar los malos recuerdos presentes vividos pasados, felices. CAMINO DE ÁNGELES Caminaré despacio en tu búsqueda de puntillas te besaré en las noches casi a gatas cubriré las ventanas. Me sumergiré en tus sueños para cuidarte en ellos música suave, todo a media luz yo velaré por ti, te despertaré con cantos de sirenas a punto de dormir. Tu desayuno será lágrimas de ángeles para untar, nubes esponjosas en miel. Después, te llevaré a pasear elegiré otro diferente de ayer Pusimos muchas estrellas. Quizás, sí, lo he pensado mejor hoy eliges tú, pero una cosa debes de conocer llévame a mi niñez. SOLEDAD TARDÍA Caen las hojas de tus mejillas en el bosque del olvido. Suenan tus huesos por el tiempo y tu voz se apaga en él. Sueños que dejaron de soñar y lutos negros delante y detrás. Sopas suaves sin dietes carnes desechas en cucharas. Siestas sin querer salir días sin poder dormir. Olvidada aquí sola en el sofá sin muñecas, sin cacharos sin pañales, ni pañuelos. Dejaré la ventana abierta quizás me llamen. |